¿Escrúpulos?

Elpidio Piernavieja era un hombre innecesariamente vulgar. Pertenecía a una familia acomodada que le intentó educar en un ambiente distinguido, pero él siempre se obstinó en ser vulgar. Colgó los estudios de Medicina en cuarto curso porque le dio miedo hacer el servicio militar y huyó a Francia donde pensó que podría sobrevivir rasgueando las cuerdas de su guitarra en el metro de París. La experiencia le sirvió para conocer cómo vive un clochard, aunque sin serlo, pues su vulgaridad le impidió ser un auténtico mendigo. Trabajó de basurero y de albañil hasta que el servicio militar se suprimió en España y volvió para que su familia le despreciara en silencio y le solucionara los trámites burocráticos que aún quedaban pendientes por su salida del país.
Ahora trabaja en una inmobiliaria como administrativo y, en ocasiones, enseña algún piso a los clientes potenciales. Tiene una novia que se llama Eulalia y es dependienta de una cadena de perfumerías. Andan tan justos de dinero los dos que ni siquiera se pueden plantear dar una entrada para comprar uno de los pisos de su inmobiliaria.
Hace dos días atendió a una anciana que desea comprar un piso para regalárselo a su nieta. Le hizo creer que él era el dueño de la inmobiliaria para darse pisto y la anciana creyó a pies juntillas toda su vulgar verborrea.
Y se le crea una disyuntiva al vulgar Elpidio:
A.- Engañar a la anciana cobrándole más por el piso y quedarse con el dinero.
B.- Desfalcar a la inmobiliaria y llevarse todo el dinero posible.
C.- Ganarse arteramente la confianza de la anciana para despojarla poco a poco.

1 comentarios:

Y éso es lo facilico?Ridiela,nos ha amolado el mocé.
No sé yo que va a salir ahí,se hará lo que se pueda.

17 de abril de 2008, 21:55  

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