San Jorge

Erase que se era, hace muchismos años al decir de las crónicas vejestorias y antiguallas, un pueblecico de allá ande Cristo pegó las tres voces, que tenía un dragón viviendo en un lago. El dragón, que era un malismo y un pior, y que atufaba a los lugareños porque golía que daba asquico, iba tos los días a asustar al pueblo porque tenía gazuza. Se reunió to quisque pa ver qué se hacía con aquel bicharraco y decidieron echarle de comer una ovejica u dos pa que se le pasara la hambruna. Pero como s’acabaron las ovejas tuvieron que echarle gentes. Y en estas estaban cuando tocó echar a una princesica mucho maja. Allí iba la esdichada camino del lago, cuando s’apareció San Jorge, que era un santo con mucho mando y le dijo al dragón:
-¡Yeeeh, dragón, quieto parau!
El dragón tiró un bufido, pero el santo le amenazó con la lanza.
-¡Quió, dragón! ¡Qui dicho quieto parau, que te albergo un zurriagazo que te escogorcio!
Y le arrimó un lanzazo que lo dejó acoquinadico. Y aquí s’acaba la historia porque el dragón no volvió a comer en jamás de los jamases.
Y cuentecico contau, por la ventanica se escapó al tejau.

2 comentarios:

Ay,maño, maño, y qué rebién que lo has contao,lo mesmico qué si fueras
el Séspir ése tan famoso de la tele, o no lo echaban en la tele? Vaya usté a saber qué cómo uno es tan leío y escribío..

24 de abril de 2008, 21:42  

¡Hay que jodese!. Usease qu'el Jorgico festejaba con la moceta... (¿Cómo que soy mucho bruto?)

24 de abril de 2008, 23:57  

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