Axioma de Cole: La cantidad total de inteligencia del planeta permanece constante. La población, sin embargo, sigue aumentando.

Primera Ley del debate: No discuta nunca con un tonto. Puede que la gente no aprecie la diferencia.

Ley de Naesser: Puede hacer algo a prueba de tontos, pero no puede hacer nada a prueba de ese maldito tonto.

Ley de Hutchins: No se puede hablar más que un hombre que no sabe de lo que está hablando.

Definición de Webwer: Un experto es aquel que sabe cada vez más sobre menos cosas, hasta que sabe absolutamente todo sobre nada.

Ley de Edwards: Esfuerzo x tiempo= Constante.

    Dado un tiempo inicial grande para hacer algo, el esfuerzo inicial será pequeño.

    A medida que el tiempo se aproxima a cero, el esfuerzo tiende a infinito.

    Corolario: Si no fuera por el último minuto no se haría nada.

Ley de la Exactitud: Cuando se está trabajando para encontrar la solución a un problema, siempre resulta de gran ayuda saber la respuesta.

Ley de Van Herpen: La solución de un problema consiste en encontrar a alguien que lo resuelva.

Principio de Peter: en cualquier jerarquía, todo empleado tiende a incrementar su nivel de incompetencia

         Corolario 1: Con el tiempo, todos los puestos tienden a que los ocupe un empleado incompetente.

         Corolario 2: El trabajo lo realiza el empleado que todavía no ha alcanzado el nivel ideal de incompetencia.

Ley de Jones: El hombre capaz de sonreír cuando las cosas van mal, ya ha pensado a quién le echará la culpa.

Ley de Thiessen: La dureza de la mantequilla es directamente proporcional a la blandura de la tostada.

Ley de Gluck: Dé las vueltas que dé antes de entrar en el ascensor, los botones siempre estarán a su espalda.

Ley de Thomas: El que no quiere jugar es el que gana todas las manos.

Ley de Todd: Si todo sigue igual, usted perderá.

Ley de Jenssen: Si todo se pone a su favor perderá lo mismo.

Ley de Walker: Siempre hay más ropa para lavar que ropa limpia.

Refutación de Clive a la Ley de Walker: Si está limpia, no es ropa.

Dilema de Diner: Las corbatas limpias atraen la sopa. 

 

 

Asado Bélico Austrohúngaro

INGREDIENTES (Para unas cuantas personas humanas):

  • Sables de doble hoja.
  • Enemigos hostiles.
  • Leche (mala).
  • Ganicas de enredar.

PREPARACIÓN:

Primero se pelan los sables. Y cuando están bien pelados los sables, se corta al enemigo en rebanadas, se añade la mala leche. Se bate todo bien bajo fuego de metralla. Luego se coloca en el mortero y se hornea con fuego a discreción.

Puede servirse a la Patria, o bien, en el molde.

Hamparia Brava

¿Gozaron vuestras mercedes de tamaño desatino?

¡Fornidos escalopines!
¡Redivivos mosqueteros!
¡Tres artistas, tres magines,
tres figuras del camelo!

Un cura falsario y hábil,
de oleos santos pinturero.
Hábil contador de historias,
que encandila a los pucheros.
Y a toda señora noble
que asoma por estos fueros.
El que habla.
El primero.

Un fingido melenudo,
no de floral, de florete experto.
De sonrisa sibilina
y de abanico bien diestro,
que con músicas celestiales
y con artes del siniestro
a las pobres damas mortales
camela con dulce gesto.
Y las lleva al fin del mundo.
El segundo.

Y un torero lagartijo,
pendenciero y muletero
Amante de trapisondas,
y saltimbanqui de juegos.
Que gusta de buenas mozas
y que aparenta zahareño.
Y como es de los marinos,
bebe ron con saña y celo,
mientras entre risotadas
cuenta cosas de canguelo.
El tercero.

¿Y qué pasa con las señoras,
de modales tan severos?
¿Quién va a venir a salvaros?
¿Quien velará los enredos?
Que de tantos personajes...
No sé ya con cuál me quedo.

La Pichusqui Marimar
otrora dama de fino gesto,
con las malas compañías
se ha vuelto brava
y de dedo enhiesto.
Camina por aquestos lares,
señoronando su cuerpo,
Y no se cantea nadie,
que todos le dan requiebro.

¿Quién nos queda?
¿Acaso monja, acaso seño?
¿O acaso hetaira de tosco verso?
¿O tal vez será una cipaya
que han mandado los del cuerpo
que se ha infiltrado en el hampa
y le gusta el desafuero?
Lo veremos.

***

Conocí a Elpidio Piernavieja hace unos cinco meses. Yo regresaba de Culiacán Sinaloa tras hacer unos recados cuando Marimar "La Pichusqui", me habló de su asunto. Por cierto, menudo novio se ha echado la Pichusqui: ingeniero, con un barco de no sé cuántos metros de eslora... Y clavadito a Sandokán salvo en el pelo y la barba blancos y la artritis reumatoide lumbar. Por lo visto, el pillo, o sea, el Piernavieja, no el Sandokán, le había confesado entre una nube espesa de cigarrillos egipcios y armagnac destilado en Chongqing, que pensaba dar matarile a una antigua novia a base de pipijerbe y natación sincronizada en la laguna de Peñalara. Y se lo confesó, porque la Marimar le enseñó medio muslo para animarle a pedir otra ronda. Pero... no contaba con que la Pichusqui conocía a la Eulalia, la novia del pillo Augustillo, pues hicieron juntas un cursillo de manualidades en el taller de las hermanas oblatas de san Leandro. Y como todas las mozas de pestaña ligera, la Pichusqui tiene buen corazón y no le parecía ni pizca de bien que a su conocida la apiolara un granuja de medio pelo. De manera que le sacó unos cuartos al ingeniero del barco y me buscó. Y me encontró.


Inicié mis pesquisas para conocer al gachó y darle mulé en cuanto tuviera ocasión favorable. Y descubrí que tenía un apaño con una tal Merenciana, fea como pegar a un padre. También descubrí a mi compadre Darío Torres "Lagartijo" (que en su vida se ha puesto delante de un toro, pero lleva muletas y da unos muletazos de pronóstico reservado) tomándose una caña en una terraza. Me senté con él y estuvimos de palique recordando los viejos tiempos. Me contó que él tocaba el clavicémbalo en una casa de putas y que nuestro compadre Perico Chopin "el Melenas", el caprichín de las nenas, (que no tenía pelo de tonto, vaya, que era calvo) estaba dando clases de ikebana (un arte floral japonés o alguna pendejada por el estilo) en un centro de jubiletas y que se aburrían los dos mucho. Como a mi no me gusta que mis compadres se aburran a lo tonto, y yo estaba ya un poco aburrido también de trabajar a solateras, pues que los asocié al negocio del Elpidio.


Lagartijo y el Melenas son de carácter expeditivo y hubieran zanjado la cuestión con un paso de bardeo o a bellotazos con un cuerno de chivo. Pero a mi me apetecía algo más refinado, porque lo del pipijerbe y Peñalara, tenía bemoles.

Me encalomé cerca de la quel de la Merenciana para filar a la jamba y, como en cuanto la diquelé me pareció un poco lila, me aflojé a camelarla para que se fuera de la mui.
Sencillo. Porque con dos copas de Anís La Asturiana cantó la romanza del Dúo de la Africana y, si la animo, Don Gil de Alcalá. Como no estaba al tanto de su relación con la Eulalia, se subió por las paredes y me ofreció parné y que le arrimara estopa. Me dijo que iba a hipotecar una finca de su propiedad sita en Navalmoral de la Mata para pagar el trabajo. Y acepté.

Pero como no me gusta que me paguen a pares por el mismo trabajo, obré honradamente y me fui para el andoba. El Melenas y el Lagartijo estaban que veían chiribitas. En cuanto le largué al Piernavieja que había dos encargos para darle el pasaporte, le entró una jindama del quince. De modo y manera que contrató ipso facto mis servicios para que nos deshiciéramos de las dos suripantas que le deseaban tan poco porvenir. No sé qué chanchullos hizo pero nos soltó la mosca. Un dineral. Entre lo de la Eulalia, la Merenciana y el Elpidio, nos sacamos la intemerata. Y se preguntarán voacés qué iba a pasar con tanto encargo. Pues como los tres clientes eran gente ful, estan descansando tan ricamente en el fondo del embalse de Los Rábanos (provincia de Soria).
Y aquí se acaba la historia. Si necesitan a gente honrada para que le haga un recao, aquí tienen al Melenas, al Lagartijo y al que suscribe, Leocadio Oña,(a) "Santos Óleos". Aunque ahora estamos de vacaciones embadurnados de crema de yogur que es muy buena para el cutis.

El Rey enamorado

A continuacion un fragmento del Drama "Enrique VI" de William Shakenends.
Escena septima del cuadro tercero del acto primero.
El Rey Enrique VI ha rezado la novena en su cuarto y despues de unos
segundos atraviesa la quinta.

Recitado:

- Ven juglar, acerquemonos al balcón de María
para darle una serenata.
María, María, mirala
que beya plebella,
?debo abdicar al trono por amor a ella?
?Vale acaso mas una fría corona
que un solo reflejo de sol
en los dorados cabellos de María Blessing?
- Y, mas o menos
- Oh, oh dolientes espíritus,
oh sempiternos gemidos
acudid en mi ayuda,
decidme que debo hacer
en este momento aciago...
así hago algo.
Maria, Maria, la corona, !!la corona!!
Pero que importa una corona,
si el resto de la dentadura esta sana
el trono, la gloria vana,
el oropel vacuo,
ah, mira juglar, mira la estatua
que me inmortaliza sobre brioso corcel,
yo y mi vanidad, ordene que gastaran los dineros del reino
en una estatua ecuestre,
cuestre lo que cuestre.
Mira, mira las Figuras,
el Rey, el Caballo, solo falta la Sota,
el Poder, el Trono, el Trono o Maria,
al fin y al cabo, el Trono lo quiero para posarme sobre el,
y satisfacer mis deseos,
los mas sublimes y los mas perversos,
en cambio a Maria la quiero para ....
caramba, !que coincidencia!
Ven juglar, ven,
ven, acercate, mira,
quisiera cantarle a Maria,
pero el destino me ha castigado con dura mano
en mi inspiración musical,
ruegote, ponle musica a mis inspirados versos a Maria.

DIÁLOGO CANTABLE

REY: Por ser fuente de dulzura
JUGLAR: Por ser fuente de dulzura
R: Por ser de rosas un ramo
J: Por ser de rosas un ramo
R: Por ser nido de ternura, oh Maria, yo te amo
J: Por ser nido de ternura, oh Maria, yo te amo
(breves palabras del Rey al Juglar, en voz baja)
J: Oh Maria, el la ama.
R: Amame como yo te amo a ti,
J: Amelo como el la ama a Usted,
R: Y los demás envidiaran nuestro amor,
J: Mmm... todos nosotros envidiaremos el amor de ustedes,
R: Oh mi amor, Maria mia,
J: Oh su amor, Maria suya,
R: Mi brillante, mi rubí
J: Su brillante surubi,
R: Mi canción, mi poesía, nunca te olvides de mi,
J: Su canción, su poesía, nunca se olvide de su
R: Tu estas encima de todas las cosas, mi vida
J: Usted esta encima de todas las cosas subida
R: Eres mi sana alegría,
J: Usted es Susana, eh, Maria, alegría
R: Mi amor,
J: Su amor,
R: Mi tesoro
J: Su tesoro,
R: Mimame
J: Sumame
J: Sumelo
R: Tanto tu te me metes en lo mas hondo de mi
J: Tanto Usted...
R: que ya no si si soy de mi o si soy de ti
J: Tanto Usted...
R: si tu me amaras a mi amarías en mi aquello que amamos nosotros
J: Tanto Usted....
R: y envidiáis vosotros y ellos...
J: .... !Amelo!
R: Cuando miras con desden,
J: Cuando mira con desden,
R: Pareces fría, sujeta,
J: Parece fría, su... , su cara,
R: Por ser tan grandes tus dones, no caben en mi, mi bien,
J: Por ser tan grandes sus dones, no caben en su sutien
R: !!!NO!!! !!!NO!!!
J: !!!NO!!! !!!NO!!!
R: Tunante,
J: Sunante,
R: Miserable,
J: Suserable,
R: !Guardias, a mi!
J: !Guardias, a el!
(Los guardias se llevan al Rey entre medio de protestas del mismo)

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Les Luthiers. Hacen muchas gracias de nada. 1981.

(Agradecimientos a Silvia por proporcionar el audio)

La gota gorda

Malo es querer beber agua y no tener gota.
Pero casi es peor tener gota y no poderse levantar a beber agua.

Sevillanas de Billy

¿Escrúpulos? (5)

"¿Como puede ser tan inocente la pava?" Pensaba Cesaraugusto Elpidio Piernavieja, alias el pillo Augusto. "Trabajando sin descanso, con horarios insoportables, ahorrando céntimo a céntimo." Incluso aquello que le atrajo al principio en los momentos íntimos de fornicio, esa delicada sumisión que mostraba Eulalia a la hora del sexo, ahora no lo podía soportar. "¡Al lago con esa mojigata!".

Cesarín, que era así como lo llamaba su abuela Segismunda, tenía claro que, así cómo con Eulalia tuvo que luchar para conseguir tocarle una teta, y no digamos ya de verle un pezón, la nietísima estaba en un estado de celo subido que con toda seguridad haría que la muchacha se abalanzase sobre él a la mínima que Elpidio le comentase su interés por ella. La imagen del cuerpo de Merenciana, que con este nombre fue bautizada la gorda y fea nietísima aunque sus amigos la llamaban Ana, no dejaba de presentársele al pillo Augusto en todo su esplendor carnal, corriendo hacia él en un estado de éxtasis imposible de reprimir. Con la preparación de su pérfido plan y al paso de los días lo que en un principio fue repulsión se fue convirtiendo en interés científico, tal vez producido por la costumbre de imaginar tantas veces a la gorda y fea nietísima Merenciana, Ana para los amigos.

Ahí andaba el pillo Elpidio intentando controlar una espontánea erección generada en un momento de interés científico por una jaca morena de paso firme y carnes pretas, una mañana cualquiera, un día cualquiera, dentro de la cuenta atrás para que su plan fuese una realidad.

Ana ya disfrutaba de los experimentos sexuales de él, pillo agusto (errata consciente). Y Eulalia ya tenía todo preparado para el gran día, e incluso esperaba con ilusión la despedida de soltera que el admirado Cesaraugusto le había preparado con tanto cariño y amor incondicional. Y eso que últimamente no practicaban mucho sexo. "El pobre,... Tiene tanto ajetreo que llega todos los días extenuado. Cómo le voy a presionar si el que se mueve siempre es él. Ya que yo con esto del corazón,..."

Mientras todo esto ocurría con la naturalidad con que transcurre la vida, algo olvidó Elpidio Piernavieja. Tan entretenido estaba que olvidó por completo a la encantadora anciana, Nicolasa Herrainz de Salamedra. Desde lo más oscuro y recóndito de uno de los salones del palacete de la familia Herrainz de Salamedra Marqueses de Relojesan, la anciana mascullaba entre sus dientes postizos: "¡Con que este pelagatos de ágil verborrea es el propietario de todo eso! Ja, ja, ja. Estúpido, ahora ya tienes a mi nieta. Pues para ti. Aprovéchala por que ya no tendrás nada más. Tú nos sacarás de nuestra bancarrota"

Mientras no lo vea,...


"(...)
La exhibición de las matanzas de focas nos permite derramar alguna lagrimilla y fingir hipócritamente que seguimos siendo humanos. La exhibición de las matanzas de niños gestantes nos helaría la sangre en las venas y nos confirmaría que hemos dejado de serlo."
Juan Manuel de Prada.
Extracto de la columna del Semanal nº 1068

Manolito y la Economía


¿Escrúpulos? (4)

Ahora la cuestión era conseguir que la querida Eulalia, tan acicaladita y bien perfumada como estaba siempre, estuviera decidida a correrse una juerga justo antes de bañarse en las gélidas aguas de la Laguna. Así el pipijerbe sería de órdago y nadie sospecharía de la intervención de ninguna mano asesina Debía de ser una juerga monumental, de esas que hacen historia y de la que se derivaran consecuencias imprevisibles. Elpidio César (también conocido en la intimidad como "el pillo Augusto"), tras quedarse hipnotizado durante unos diez minutos siguiendo el movimiento del moscardón ese, tuvo una idea brillante: Debía casarse con ella.
Le hablaría de un piso que, con su información privilegiada, había podido encontrar a buen precio, ahora que la crisis del sector inmobiliario estaba haciendo de las suyas. Conseguiría que le diera los breves ahorrillos que la dependienta había ido guardando en la sucursal del Banco de Sabadell que estaba justo al lado de la perfumería, cosa que, sin ser muy importante, ya era algo. Pero sobre todo le animaría a que hiciera una gran despedida de soltera. Por la noche, cena abundante, bebidas espiritosas y hasta boys para animarlas. Al día siguiente, excursión a la Laguna de Peñalara. A ver si conseguían atravesarla a nado ella, tan buena moza, y sus amigas, bien fornidas y acabadas. El propio Elpidio se ofreció a llevarlas en su coche...

Escrúpulos (3)

Césaraugusto Elpidio Piernavieja nunca había sido un buen pensador. Cada vez que se ponía a ello le distraía el vuelo de una mosca, lo que le indujo a creer que el diablo se estaba tocando las campanas, dado que no las mataba con el rabo.
Pero era tenaz; llegó a contemplar tal cantidad de moscas y moscones que se convirtió en un entomólogo de fama mundial, pero esto es otra historia... Gracias a la cantidad de horas que dedicó a la entomología, consiguió recordar que había sido tradición de su familia atravesar a nado la Laguna de Peñalara y que su tío abuelo Favila comentaba que el agua estaba tan fría que se corría más peligro nadando allí que yendo a la caza del oso.
Y mientras admiraba el looping de un moscardón grande y reluciente, su mente se iluminó.. Todo consistía en convencer a Eulalia de que participase en la travesía; sabía que ella tenía problemas cardíacos, pues un día en que se estaban solazando ella le confesó que se le iba a salir el corazón del pecho, lo que a todas luces confirmaba a Césaraugusto Elpidio que era una enferma, ya que él ni penaba ni sentía cosa alguna, excepción hecha del pavor hacia el uniforme desde que le obligaron los reverendos padres a usar una bata a rayas en el colegio.
Sonrió.. Lo que Eulalia no sabía era que ya no había prueba, de manera que cuando le diese el pipijerbe bastaría dejarla hundirse lentamente … Nadie descubriría el cuerpo.

¿Escrúpulos ? (2)

Elpidio decidió que su nombre no pegaba nada con su nuevo cargo ,así que se lo cambió por César Augusto que le sonaba más elegante.Le enseñó a la anciana un piso de los disponibles y después la invitó a merendar chocolate con picatostes.Mientras charlaban,,la anciana le enseñó una foto de su nieta que era gorda y feísima.
César Augusto fingió sentirse interesado en ella y solicitó un encuentro a la anciana.
Decididamente Eulalia no entraba en sus actuales planes,así que empezó a pensar la forma de librarse de ella....

Palíndromos: Reto

A ver si nos animamos a perder el tiempo o a jugar con las neuronas.

Hagamos palídromos

Ahí va uno que dicen que es de Javier Krahe:

"ACUDE, SER ABSORTO A OTROS BARES, EDUCA"



¡A ver quién de todos todos se atreve con uno! ¡Es un reto!

...

Al tentón sin tañidos


El día que yo me muera,

si alguien de tocarme algo

tiene ganas...

Que me toque quien quiera

lo que quiera,

pero que no me toquen

las campanas.

San Jorge

Erase que se era, hace muchismos años al decir de las crónicas vejestorias y antiguallas, un pueblecico de allá ande Cristo pegó las tres voces, que tenía un dragón viviendo en un lago. El dragón, que era un malismo y un pior, y que atufaba a los lugareños porque golía que daba asquico, iba tos los días a asustar al pueblo porque tenía gazuza. Se reunió to quisque pa ver qué se hacía con aquel bicharraco y decidieron echarle de comer una ovejica u dos pa que se le pasara la hambruna. Pero como s’acabaron las ovejas tuvieron que echarle gentes. Y en estas estaban cuando tocó echar a una princesica mucho maja. Allí iba la esdichada camino del lago, cuando s’apareció San Jorge, que era un santo con mucho mando y le dijo al dragón:
-¡Yeeeh, dragón, quieto parau!
El dragón tiró un bufido, pero el santo le amenazó con la lanza.
-¡Quió, dragón! ¡Qui dicho quieto parau, que te albergo un zurriagazo que te escogorcio!
Y le arrimó un lanzazo que lo dejó acoquinadico. Y aquí s’acaba la historia porque el dragón no volvió a comer en jamás de los jamases.
Y cuentecico contau, por la ventanica se escapó al tejau.

¿Escrúpulos?

Elpidio Piernavieja era un hombre innecesariamente vulgar. Pertenecía a una familia acomodada que le intentó educar en un ambiente distinguido, pero él siempre se obstinó en ser vulgar. Colgó los estudios de Medicina en cuarto curso porque le dio miedo hacer el servicio militar y huyó a Francia donde pensó que podría sobrevivir rasgueando las cuerdas de su guitarra en el metro de París. La experiencia le sirvió para conocer cómo vive un clochard, aunque sin serlo, pues su vulgaridad le impidió ser un auténtico mendigo. Trabajó de basurero y de albañil hasta que el servicio militar se suprimió en España y volvió para que su familia le despreciara en silencio y le solucionara los trámites burocráticos que aún quedaban pendientes por su salida del país.
Ahora trabaja en una inmobiliaria como administrativo y, en ocasiones, enseña algún piso a los clientes potenciales. Tiene una novia que se llama Eulalia y es dependienta de una cadena de perfumerías. Andan tan justos de dinero los dos que ni siquiera se pueden plantear dar una entrada para comprar uno de los pisos de su inmobiliaria.
Hace dos días atendió a una anciana que desea comprar un piso para regalárselo a su nieta. Le hizo creer que él era el dueño de la inmobiliaria para darse pisto y la anciana creyó a pies juntillas toda su vulgar verborrea.
Y se le crea una disyuntiva al vulgar Elpidio:
A.- Engañar a la anciana cobrándole más por el piso y quedarse con el dinero.
B.- Desfalcar a la inmobiliaria y llevarse todo el dinero posible.
C.- Ganarse arteramente la confianza de la anciana para despojarla poco a poco.

Cuarta cucharadita

El martillo, la horca, el estilete y la almohada se dieron cita en el balcón del viento. Y la prístina aurora, sobre el charco de plástico, esgrimió una voz de protesta.

Tercera cucharadita

Si alguien dice algo que te molesta, piensa primero que no quería ofenderte. Ya tendrás tiempo para rectificar.

Anuncio

Vendo dentadura por no poder atender. Piezas originales, contador de mordiscos, bocado regulable, crujir de dientes automático.

Más y Menos



Alberto Calvo en "Heraldo de Aragón".

Dos rosas (canción antigua)

Dos rosas se han besado,
En el Cruce de los Cielos
Y de su corazón ha brotado
Un clavel de terciopelo.

Dos rosas se han cruzado,
En la Senda del Deseo
Hijas del amor son ambas
Y su perfume, un anhelo.

Dos rosas se han asomado,
En las aguas del sendero.
Y sus espinas se apagan,
Cuando se dicen: “Te quiero”.

****

En colaboración

Volverán las oscuras golondrinas de tu balcón sus nidos a colgar,más como la casa está hipotecada,hacienda les cobrará.

Segunda cucharadita

De ti habría que hacer culpable al Paraíso.

Primera cucharadita


Cuando te mires por la mañana al espejo, sonríe. Intenta caerte bien.

Fría parajoda

El explorador del Ártico empezó a notar que las paredes del iglú iban gradualmente cerrándose sobre él. Debido a las condiciones atmosféricas en el exterior, su aliento literalmente congelaba las paredes y con cada respiración éstas se volvían más gruesas y el iglú se hacía más pequeño, hasta que finalmente casi no quedaba espacio para su cuerpo. El hombre mismo es el agente de su destrucción y, además, el instrumento de esa destrucción es precisamente lo que necesita para mantenerse vivo. Porque un hombre no puede vivir si no respira, pero al mismo tiempo no vivirá si respira.

La ejemplaridad

Asisto con estupor al aquelarre social en el que se solicitan sentencias ejemplares. ¿Las sentencias no deberían ser simplemente justas?

Vacaciones?



Resbala lastimosa,

horadándome la cara.
No padezco pena,
pero sí que sufro bajo el sol.

Luis Aifer (Demonio en paro)

Música

Sabían aquellos poseedores del fuego que su sagrado valor era anhelado por todos los habitantes de la Tierra. Sabían que vendrían gentes desde territorios muy lejanos con el ánimo de persuadirles para que se lo dejaran llevar y que, ávidos como estaban del dorado sol que fulguraba ante sus ojos, estarían dispuestos a ofrecerles las mayores riquezas del mundo. Y también sabían que la fama del divino tesoro había llegado hasta aquellas lejanísimas montañas en las que se refugiaban los señores de la guerra cada vez que se disponían a disfrutar los botines de sus razzias, y que esos señores de la noche querían poseer el poder fulgurante del rayo. Sabian, por todo ello, que la sagrada luz que les pertenecía iba a iluminar solo brevemente sus rostros y que, más tarde o más temprano, les sería arrebatada para siempre. Tenían que ser rápidos, inventar algo, algo magnífico que les diera el verdadero poder y que hiciera arrodillarse ante su magnificencia a todos cuantos vendrían a robarles la luz.

Se pusieron en círiculo alrededor de la divina luminaria que los calentaba, cogieron sus manos, cerraron los ojos y después de un breve tiempo empezaron a moverse. Se sorprendieron cuando escucharon aquello que salía de sus bocas, aquello que llegaba a sus corazones. Los ruiseñores allá fuera callaron por un momento. Siguieron dejando que sus almas se derramaran poco a poco por su garganta, sorprendidos por aquello que estaban escuchando y que no les pertenecía hasta ese momento. Y allí estuvieron durante horas. Al final una bella señora cegó sus ojos cuando los abrieron.

Vives

Vives, si. Alguien te sueña e imagina tu vida como el regalo soñado, real de tan sentido, vivo de tan querido.
(Creencia aborigen australiana)


Los portadores de sueños

En todas las profecías

está escrita la destrucción del mundo.

Todas las profecías cuentan

que el hombre creará su propia destrucción

Pero los siglos y la vida que siempre se renueva

engendraron también una generación de amadores y soñadores;

hombres y mujeres que no soñaron con la destrucción del mundo,

sino con la construcción del mundo de las mariposas y los ruiseñores.

Desde pequeños venían marcados por el amor.

Detrás de su apariencia cotidíana

guardaban la ternura y el sol de medíanoche.

Sus madres los encontraban llorando por un pájaro muerto

y más tarde tambien los encontraron a muchos

muertos como pájaros.

Estos seres cohabitaron con mujeres traslúcidas

y las dejaron preñadas de miel y de hijos reverdecidos

por un invierno de caricias.

Así fue como proliferaron en el mundo los portadores de sueños,

atacados ferozmente por los portadores de profecías habladoras de catástrofes.

Los llamaron ilusos, románticos, pensadores de utopías,

dijeron que sus palabras eran viejas

-y, en efecto, lo eran porque la memoria del paraíso es antigua

en el corazón del hombre-

los acumuladores de riquezas les temían

y lanzaban sus ejércitos contra ellos,

pero los portadores de sueños todas las noches hacían el amor

y seguía brotando su semilla del vientre de ellas

que no sólo portaban sueños sino que los multiplicaban

y los hacían correr y hablar.

De esta forma el mundo engendró de nuevo su vida

como también había engendrado a los que inventaron la manera

de apagar el sol.

Los portadores de sueños sobrevivieron a los climas gélidos

pero en los climas cálidos casi parecían brotar por generación espontánea.

Quizá las palmeras, los cielos azules, las lluvias torrenciales

tuvieron algo que ver con esto,

la verdad es que como laboriosas hormiguitas

estos especímenes no dejaban de soñar y de construir

hermosos mundos,

mundos de hermanos, de hombres y mujeres que se llamaban compañeros,

que se enseñaban unos a otros a leer, se consolaban en las muertes,

se curaban y cuidaban entre ellos, se queran, se ayudaban en el

arte de querer y en la defensa de la felicidad.

Eran felices en su mundo de azúcar y viento

y de todas partes venían a impregnarse de su aliento

y de sus claras miradas

y hacia todas partes salían los que los habían conocido

portando sueños

soñando con profecías nuevas

que hablaban de tiempos de mariposas y ruiseñores

en que el mundo no tendría que terminar en la hecatombe

y, por el contrario, los cientificos diseñarían

fuentes, jardines, juguetes sorprendentes

para hacer más gozosa la felicidad del hombre.

Son peligrosos -imprimían las grandes rotativas

Son peligrosos -decían los presidentes en sus discursos.

Son peligrosos -murmuraban los artífices de la guerra

Hay que destruirlos -imprimían las grandes rotativas

Hay que destruirlos -decían los presidentes en sus discursos

Hay que destruirlos -murmuraban los artífices de la guerra.

Los portadores de sueños conocían su poder

y por eso no se extrañaban

Y también sabían que la vida los habia engendrado

para protegerse de la muerte que anuncian las profecías.

Y por eso defendían su vida aun con la muerte.

Y por eso cultivaban jardines de sueños

y los exportaban con grandes lazos de colores

y los profetas de la oscuridad se pasaban noches y días enteros

vigilando los pasajes y los caminos

buscando estos peligrosos cargamentos

que nunca lograban atrapar

porque el que no tiene ojos para soñar

no ve los sueños ni de día, ni de noche.

Y en el mundo se ha desatado un gran tr+afico de sueños

que no pueden detener los traficantes de la muerte;

y por doquier hay paquetes con grandes lazos

que sólo esta nueva raza de hombres puede ver

y la semilla de estos sueños no se puede detectar

porque va envuelta en rojos corazónes

o en amplios vestidos de maternidad

donde piesecitos soñadores alborotan los vientres que los cargan.

Dicen que la tierra después de parirlos

desencadenó un cielo de arcoiris

y soplo de fecundidad las raices de los árboles.

Nosotros sólo sabemos que los hemos visto

Sabemos que la vida los engendró

para protegerse de la muerte que anuncian las profecías.



Gioconda Belli. Los Portadores de Sueños

Belleza

La luz refleja en la nieve, que guarda la copa de plata

La cigarra y la hormiga


Despechada hormiga! que asesina sin pudor a la cigarra, que descansando, profundamente dormida, hacía acopio de todas sus fuerzas para representar con honor el simbolo de la holgazanería.

Luis Aifer

Aquí estamos

Aquí estoy porque he venido, porque he venido corriendo...
Me gustaría poner una foto de nuestra máquina de café, donde elegir nuestros cortados, capuchinos, chocolates e incluso esos bebedizos que tomamos cuando estamos malos (aunque el propietario del "bono-avión" es capaz de tomarlos sin estarlo).
Por cierto, ha sido un honor escribir estas primeras letras.

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